domingo, 20 de septiembre de 2015

CAPITULO V



EL RELATO DE LA CRIATURA

La criatura narra detalladamente su estilo de vida tras haber escapado del laboratorio, cuenta cómo todo un pueblo se alborotó al verlo, y desde allí comenzó a refugiarse en un cobertizo para protegerse del frío y por sobre todo de la agresión de la gente, cercano a ello había una casa en la que vivían un ciego con sus dos hijos, de ellos aprendió a leer y a comprender signo de expresión, sin que ellos se den cuenta de su existencia. Una noche encontró una bolsa de cuero en la que había libros, su hallazgo lo llenó de felicidad ya que con muchas de las obras, él se sentía identificado. Cierto día, los hijos del ciego anciano, salieron a dar un paseo. La casa se encontraba tranquila por lo que se dirigió a la puerta, el anciano sin saber lo invito a que pase y le ofreció estadía. El monstruo le contó todas sus desgracias y el sufrimiento que vivía al ser rechazado por los hombres, la conversación se hacía amena sin saber que una criatura horrenda estaba frente al anciano. No tardaron el llegar sus hijos, quienes con solo verlo, lo atacaron.


ARTICULO DE OPINIÓN
En este capítulo, “La criatura”, como se le dice en el libro, representa de alguna manera al diferente, a aquel que por su desproporción no encaja en la sociedad, la cual lo rechaza con violencia y, por tanto, despierta en él el resentimiento y el deseo de venganza.
Mary Shelley nos plantea cómo un ser humano es capaz de transformarse a instancias de la bondad y de la maldad de sus semejantes. Es estremecedor ver cómo el ermitaño ciego al no poder verlo, no le teme y a medida que van charlando su conversación se hace amena, pero esto no duraría mucho, pues a la llegada de sus hijos, le pide que lo proteja, sin embargo es maltratado y expulsado de la casa.

Ésta es una crítica mucho más moderna y más inquietante por certera: de lo que se trata es de desvelar la traición del científico a los criterios de interés de la humanidad cuando esa humanidad se concreta de sus imperfectas e impredecibles singularidades individuales. De cómo la humanidad en su conjunto se convierte en la excusa para masacrar, marginar o ignorar a los individuos, ignorando, de paso, el carácter convencional de nuestras definiciones de lo monstruoso.




HECHOS REALES


"las horribles pesadillas no me dejaban dormir" (pag. 69)
"bajé presurosamente las escaleras. Me quedé refugiado en el patio de la casa" (pag. 69)
"di a mi amigo una cálida bienvenida y nos encaminamos hacia la universidad" (pag. 73)
"una fiebre nerviosa me obligó a permanecer varios meses en cama. Durante todo ese tiempo, Henry fue la única persona que me cuidó." (pag. 75)
"Alrededor de las cinco de la madrugada hallé a mi pequeño... tendido en la hierba, pálido e inerte, con las marcas de los dedos asesinos en su cuello" (pag. 77)

"Imaginé que el monstruo me agarraba, luché violentamente y caí al suelo con un ataque de nervios... caí inconscientemente y no recobré el conocimiento hasta mucho después." (pag. 74)
"La enorme figura cruzó velozmente delante de mí y desapreció en la oscuridad." (pag. 79)
"Pude ver a la distancia la figura de un hombre que avanzaba hacia mí a velocidad sobrehumana, saltando sobre la grietas del hielo, por las que yo había caminado con cautela. A medida que se acercaba, su estatura parecía sobrepasar la de un hombre" (pag. 84)
"Montado en mi cólera salté sobre él, impulsado por todo lo que puede inducir a un ser a matar a otro" (pag. 85)
"Félix...solía pasar muchos ratos leyéndoles al anciano y a Ágata. Estas lecturas en un principio me habían extrañado mucho, pero poco a poco descubrí que al leer pronunciaba los mismos sonidos que cuando hablaba. Supuse, por tanto, que encontraba en el papel signos de expresión que comprendía. Progresé en esta materia." (pag. 91)

No hay comentarios:

Publicar un comentario